“Aprovechar las oportunidades”, mensaje del Domingo de Resurrección
La Semana Santa finalizó con una invitación a mantenerse en la misericordia y a reflexionar sobre las oportunidades que se dejan pasar.
Con una invitación a no desaprovechar las oportunidades que manda Dios y hacer de éstas lo mejor para la vida, finalizó la Semana Santa 2016.
Durante la eucaristía de Domingo de Resurrección, el sacerdote Dagoberto Rhenals López recordó que Dios es el que pone las oportunidades en el camino de cada uno de sus hijos y que como cristianos, las personas toman la decisión de aprovecharlas o no.
Además, invitó a continuar con la misericordia y no convertirla en algo “pasajero”.
“No seamos misericordiosos solo por una semana o por un año. Este es un compromiso de por vida, porque Dios es misericordioso con todos sus hijos siempre”, destacó al sacerdote de la Catedral Metropolitana María Reina.
Rhenals López dijo que que la mejor forma de practicar la misericordia es haciendo “buenas obras, visitando a los enfermos, vistiendo al desnudo, dando de beber y comer al hambriento, haciendo ofrendas y estando en paz con Dios”.
Otro de los puntos claves del sermón de este domingo 27 de marzo en la catedral fue el compromiso de los seres humanos con el cuidado del medio ambiente.
“Tenemos un país rico en fauna y flora, pero a la vez tan pobre porque no sabemos cuidar los recursos. Nuestro compromiso es con este país, con el planeta. Debemos economizar agua, energía, ahorrar lo más que podamos para que nos queden muchos años más aquí”, dijo el sacerdote.
Finalmente, se oró por el proceso de paz y por la oportunidad que aprovecha el gobierno de hacer un mejor país para las próximas generaciones.
“El gobierno y los grupos alzados en armas deben aprovechar esta oportunidad para firmar la paz, para vivir en los valores que Dios nos enseñó. Ya es tiempo de acabar con este conflicto que solo ha dejado pérdidas durante décadas”, finalizó.
El gozo de ser hijos de Dios
Por su parte, el mensaje del Arzobispo de Barranquilla, Jairo Jaramillo Monsalve, estuvo enfocado hacia el “gozo de ser hijos de Dios”.
“Hemos anunciado juntos como la gran familia de Dios, el misterio pascual, la entrega de Cristo por nosotros, que no es un hecho muerto, registrado por la historia y dejado en el pasado; este encuentro con Jesús que nos ha amado y nos sigue amando, es sin lugar a dudas el motivo de nuestra alegría y de nuestro gozo.
Participemos de la Eucaristía dominical con el gozo de haber resucitado con Cristo a una nueva vida en familia. Recibiremos en la celebración una bendición especial, para que al igual que los discípulos de Emaús, luego de reconocerle al partir el pan, salgamos gozosos dispuestos a comunicarle.
Podemos compartir un almuerzo especial el Domingo de Resurrección con una persona necesitada, sea este espacio propicio para recordar que a pesar de la dificultad Jesús trae consigo esperanza en la resurrección. Que la oración de bendición de los alimentos sea también una acción de gracias al Padre por los días de bendición que nos regaló en esta Semana Santa, porque caminó junto a nosotros para conducirnos a la Resurrección.
Esforcémonos por mantener viva la frase meditada durante la Cuaresma y Semana Mayor: Misericordia quiero y no Sacrificio, de tal manera que podamos incorporarla en nuestra misión como cristianos durante todos los días de la vida.
Recordemos que la Iglesia celebrará esta primera semana como si fuera un solo día, con el mismo gozo del instante de la Resurrección”, concluyó.